Según un artículo de Norman N. Holland publicado en la revista Psychology Today, la práctica del sexting podría llevar a una atrofia del córtex prefrontal, responsable del control de los impulsos.
Según explica, la aceleración de todo tipo de encuentros sexuales por medio de las tecnologías móviles, es parte de la progresiva aceleración experimentada a todos los niveles sociales a lo largo del siglo XX y estos comienzos del XXI. Esto ha implicado por ejemplo una pérdida del tiempo de análisis de las noticias recibidas por medios de comunicación.
Desde que se desarrolló socialmente el concepto de amor romántico, siempre requirió un proceso relativamente lento de desarrollo, espera, cierta ansiedad, obstáculos, espera… todo lo cual implicaba una inhibición de los impulsos inmediatos realizada en el córtex prefrontal del cerebro.
Pero ahora, gracias al sexting, se está desarrollando la posibilidad de concertar encuentros sexuales prácticamente instantáneos, los cuales no están exentos de problemas (ansiedad, frustración…) pero que eliminan el factor de espera.
Según el autor, esto podría implicar un tipo de atrofia de esa zona del cerebro, al menos en lo concerniente a las relaciones sociales y sexuales. La planificación podría ser otra función de esta zona cerebral que se esté perdiendo, según ha observado entre sus alumnos, que parecen incapaces de quedar para ir al cine sin enviarse mensajes y más mensajes en una y otra dirección. En resumen, advierte sobre la posible aceleración de la atrofia mental de los estadounidenses a medida que las NTIC aceleran las relaciones sociales.
Fuente: Psychology Today